Publicado el 12 de enero de 2023
Discográfica: Auto editado
Componentes:
Yorick Keijzer - Voz
Robert Koning - Guitarra, bajo, batería
1. Wanneer we toegeven... (Intro) (1:06)
2. Daar waar we komen om te sterven (4:44)
3. Zielenleed (6:06)
4. Geselberg (7:06)
5. Paradijs (5:23)
6. Harteloos (4:41)
7. Labyrint (5:04)
8. Beerput der onwetendheid (3:53)
9. Verlies & Verval (5:11)
10. ...Dat we monsters zijn (Outro) (1:27)
11. Mourning Palace [bonus track] (4:44)
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Nacidos bajo el prima de una pandemia e ideados solo como banda de estudio, los neerlandeses Walg nos azotan con su tercer trabajo en tres años. Consagrando su propuesta con solemnidad, III nos muestra la feroz cara del black metal melódico con belleza y sutileza.
El duo formado por Robert Koning y Yorick Keijzer funden lo melódico con lo sinfónico, algo que a veces parece lógico y fácil pero no lo es, en un proyecto que poco a poco va ganando fuerza y adeptos. Sí, no hay nada nuevo en la propuesta, pero la ejecución de ideas de este duo es fenomenal.
Tras una soberbia imagen de artwork nos topamos con III, un disco que mejora en todos los aspectos lo ya vivido en su debut, el homónimo Walg (2021) y en su sucesor II (2022). Tras La firma musical de la banda se reconoce al instante, los elementos sinfónicos se añades a cuentagotas para dar profundidad a las melodías. El juego de voces guturales vs. voces limpias es otro de los mejores atributos de la banda, pues los coros exuberantes dan poderío a los pasajes y les dotan de un carisma muy interesante.
Otro de los atributos que mejor les podemos atribuir es la versatilidad de la propuesta. Los temas tienen esa inconsistencia controlada muy lograda. Hecho que permite que el oyente esté siempre alerta a posibles cambios que te destrozan la mente.
El disco suena más afinado, más maduro. Se nota que estamos frente al tercer disco, el que normalmente ajusta las tuercas de los inicios. La producción es más nítida y óptima, lo que permite que, aunque estemos frente a un álbum de black metal, la escucha sea placentera.
En resumen, un notable tercer disco de Walg, una de las bandas más prometedoras del viejo continente en términos de black metal melódico. Veremos si son capaces de dar el salto al ruedo de los conciertos, algo que parece complicado, pues Robert Koning toca todos los instrumentos mientras que Yorick sólo canta (que no es poco), pero poner en vivo este formato de duo es complicado, muy complicado.
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