¡Menudo gustazo! Esa es la sensación que me quedó tras la primera escucha de Van Weezer. El segundo disco de Weezer de este 2021 nos trae de vuelta a -casi- los mejores Weezer. Sin despeinarme, no dudo en afirmar que este es el mejor plástico de los angelinos en 20 largos años.
El 29 de enero, Weezer lanzó OK Human, un disco que ya me sorprendió positivamente pero que al final ha sido muy diferente al estilo de este Van Weezer. Allí condensaron las canciones más lentas de estilo más chamber pop, mientras que las rockeras han recaído a este Van Weezer. Buena repartición de estilos, dotando así cada disco de una identidad propia y diferente.
Van Weezer es un disco disfrutable de principio a fin. Media hora de puro rock mayúsculo, de alegría y cierto virtuosismo, de himnos y de buen hacer. Un regreso a las mejores épocas de un River Cuomo crecido tras la pandemia. Vamos a analizarlo, track by track.
“Hero” me traslada automáticamente a mi adolescencia. Canción popera con mucho gancho, estribillo brillante en términos popys, soltura y elegancia. Un pistoletazo de salida que cumple con el objetivo de atraer al oyente.
Seguimos con “All the Good Ones”, una canción menos brillante, más de unos Weezer de serie B. Aún así, la canción reúne unas bonitas melodías y una buena interpretación vocal de River Cuomo. Eso sí, una canción menor.
¡Menudo riffaco! “The End of the Game” arranca al son de un guitarreo heavy metal muy currado. Las revoluciones se ralentizan en cuanto entran las voces, pero la base rítmica que sustenta el tercer corto son durillas en términos de Weezer. La guitarra es sin duda lo mejor, cuando aparece hace que el tema crezca. La canción también tiene un gran estribillo. Una notable pieza de buen rock.
“I Need Some of That” posee una melodía agradable y ligera adornada con una gran interpretación vocal de Cuomo. El tramo final de la canción gana enteros con un potente gancho. Parece que de momento las cuatro piezas de apertura son dignas de un trabajo notable y superamos ya con esto la media de muuuuchos de sus últimos trabajos…
Llegamos así a la quinta pieza, “Beginning of the End”, una canción que posee un estilo muy Biffy Clyro; guitarras raspadas, letras bastante épicas y fáciles de tararear. Guitarreo rockero puro. Un gran corte. Y llegó el temazo, “Blue Dream”, superior a cualquier otra canción del registro. Riff de entrada clonado del “Crazy Train” de Ozzy, interpretación vocal hard rock que recuerda -y mucho- a Ghost… una canción realmente brutal en todos los sentidos.
La pesadez heavy metal se apodera del riff de “1 More Hit” que nos recuerda otra vez que las raíces de Cuomo eran el heavy metal. Otra canción brutal, melódica y bastante dura, gran trabajo de guitarra y batería, gran interpretación vocal… y un solo thrasher brutal (en términos de Weezer), un temazo. ¡Menudas dos canciones!
“Sheila Can Do It” marca el inicio del tramo final de Van Weezer. Una canción menos dura, más alegre pero manteniendo el poderío en las guitarras y la velocidad. Otro acierto de canción, y ya van unas cuantas. El punteo agradable de guitarra marca el arranque de “She Needs Me”, una canción que va creciendo en intensidad, buena, no tan destacable como las anteriores pero un buen tema. Y cerrando encontramos “Precious Metal Girl”, una canción más lenta que sirve como coletilla genial a un trabajo muy rockero.
Recapitulando, no es el mejor disco de Weezer, algo impensable, pero estamos frente a un disco muy muy meritorio tras una carrera de constante bajada. Un disco notable, disfrutable, de buen impacto y buen sabor. Sin duda, una de las sorpresas de este 2021. Recomendado para todos.