White Ward – Debemur Morti (EP)

A White Ward los descubro a finales de 2019 con Love Exchange Failure. Este combo ucraniano me hipnotizó de manera inmediata. Un black metal muy del que se hace por tierras eslavas maridado con influencias jazz y pasajes absolutamente oníricos. Poco después fui ahondando en su discografía, en el que con tres escasos álbumes, Origins (2016) y Futility Report (2017) y, el anteriormente mencionado, Love Exchange Failure se están situando en la cima de un género que, a pesar de estar en ebullición continua, a menudo cae en la reiteración y la poca novedad.

En cambio, White Ward dan rienda suelta a su creatividad y no es extraño encontrar en algunos de sus temas pasajes de jazz puro y duro que logran emerger de la rabia furibunda de su black metal atmosférico. Así mismo es inevitable colocarles la etiqueta (ay… puñeteras etiquetas) de avantgarde black metal por sus devaneos con el jazz.

A todo esto, ¿qué tenemos aquí? Pues tenemos un pequeño EP de dos temas y 17 minutos de duración para celebrar el lanzamiento 200 del sello Debemur Morti. Un sello underground francés con un elenco de bandas no apto para almas cándidas, en el que podemos encontrar a gente como los protagonistas de esta reseña, White Ward, Blut Aus Nord, In the Woods… o Ulcerate. Como ves, poco amistoso, ni fácil. Oscuridad, complejidad y calidad, parecen ser las máximas de este sello galo.

Sin embargo, apuestan por los ucranianos para celebrar su 200 lanzamiento, en un acierto absoluto. White Ward vienen a ser la parte más arty y menos densa de Imperial Triumphant. Un sonido mucho más cristalino y si me permites el vacile, más accesible. Y aquí tenemos dos temas ideales para 1) saciar la sed de nuevo material, y 2) una buena manera de introducirte en su mundo, si aun no los conoces.

“Debemur Morti” es una andanada de algo más de nueve minutos en los que encuentras la fiereza blacker de la que suelen hacer gala, aderezada con ese saxo presente durante todo el tema, en el que no sabes cuándo va aparecer o desaparecer. Alguna fase mucho más sincopada, otras más rabiosas, veloces y certeras. Hasta se atreven con voces limpias a cargo de Lars Nedland (Borknagar, Solefald) en lo que sirve como nudo de la canción, yéndose, quizás a terrenos algo más prog para enlazar con un saxo en primer plano que dará paso una fase jazz noir. Un diálogo de piano y saxo con voces de fondo. Esa calma se rompe con un in crescendo notable transitado por voces limpias hasta llegar al final, donde la canción se va apagando paulatinamente.

“Embers” empieza con un piano  y atmósfera agobiante, en la que se incorpora un ritmo de batería básico de jazz, el saxo le da continuidad, como si estuvieras en un club neoyorkino en los años 50, persiguiendo las pesquisas del último asesinato de una joven residente en la Gran Manzana. Un inicio increíble para lo que vendrá después. Coge lo expuesto en ese inicio, y lo transforma en épica metalera, en el que la voz se desgañita y abandona la sensibilidad expuesta hasta el momento, para dar rienda suelta a su espíritu más black metalero, saxo incluido.

Una pena que solo sean dos temas. White Ward siguen creciendo y siguen demostrando que pueden ser una banda a tener en cuenta en un nicho musical muy determinado, pero su calidad y talento están fuera de toda duda. Auguro que en su próximo álbum ahondaran en esa evolución que se intuye en estos dos cortes, más protagonismo de las fases jazz y algún experimento con voces limpias. Te recomiendo que estés atent@ y no les pierdas la pista, yo salivo con la posibilidad que el próximo álbum pueda estar relativamente cerca.

Joan Calderon

Sant Boi-Barcelona-Arenys de Mar. Padre y Metalhead. Desbordado por tanta música que escuchar y poco tiempo para disfrutarla. En el Universo solo hay dos cosas claras: In vino veritas y Metallica es la banda más grande de todos los tiempos (quizás solo una sea cierta, y no tenga que ver con la verdad). Death, black, doom, sludge, hardcore, thrash… a menudo: pop, rock, indie, electrónica, hip hop…  en resumen, la música es mi pasión.