Whitechapel – Kin

Muchos discos han colapsado este punto final de 2021. Tantos que incluso alguno ha quedado colgado y semi olvidado. En este punto me he topado con el nuevo disco de Whitechapel. Curiosamente se trata de una banda que admiro y escucho con frecuencia. Con lo que la sorpresa de ver un disco nuevo hace un par de semanas me sorprendió gratamente.

Y bueno, lo mejor fue cuando entré en él. ¡Madre mía que disco! La carrera de Whitechapel ha estado creciendo a pasos agigantados y llegan a este 2021 en su cenit creativo. Recordaremos que The Valley (2019) dejó pasmados a fans y críticos por su madurez y nueva tendencia más alejada del puro deathcore de sus inicios.

Sin incidir mucho más en su pasado, solamente comentar que Whitechapel está aportando luz en la evolución de un género quizás algo estático como el deathcore. Las contribuciones que la banda liderada por el portentoso Phil Bozeman está aportando a la escena la convierte en una de las más frescas y con capacidad de evolución más esperanzadora. Algo así lo podemos también agradecer a sus colegas Fit for an Autopsy, otra banda que riza el rizo en la evolución del subgénero.

Kin aterriza entre nosotros postulándose como el mejor disco de Whitechapel. El disco es la evolución y la continuación de la historia personal de Phil, algo así como una secuela. Los de Knoxvill arremeten contra el mundo a base de violencia y brutalidad pero lo hacen con melodías progresivas y pasajes melódicos como nunca antes se habían atrevido a jugar.

El disco abre con una declaración de intenciones con la atronadora “I Will Find You”. Una canción dura musicalmente hablando pero profunda en cuanto a las letras. En ella, Phil se hunde en sus sentimientos más profundos abrazando la quimera de buscar su versión más jovial. Una canción tan brutal como honesta.

Seguimos con “Lost Boy”, creo que la mejor canción que nunca han compuesto. La velocidad con la que abren te sacude el cuerpo entero, una vez logras recomponerte la canción va fundiéndose pasando del groove a los ritmos más atmosféricos que te puedas imaginar. Un camaleón que nos muestra la destreza con la que la banda se desenvuelve en nuevos terrenos compositivos. “A Bloodsoaked Symphony” quizás afloja un poco el nivel pero el resto de piezas son disfrutables y atractivas.

Poco a poco va avanzando el disco, canción tras canción el oyente va dejándose llevar por un mar de sensaciones que nunca antes había aportado el deathcore. Eres capaz de conectar al completo con la banda y, sobre todo, con un Phil Bozeman asombroso que se luce en su capacidad de ofrecernos unas dualidades en las voces sublimes.

Kin es el pináculo de Whitechapel. Ya estoy sin tiempo de añadir este disco a mis listas de lo mejor del 2021 pero, si tuviera tiempo, se colocaba sin pestañear en el Top 10 de discos de metal del curso. Intenso y brutal, Kin es la nueva piedra angular del deathcore.

Beto Lagarda

Rock en todas sus extensiones