Whitesnake – Ready an’ Willing: 40 años del inicio de la conquista mundial de Coverdale

Ficha técnica

Publicado el 31 de mayo de 1980
Discográfica: United Artists Records
 
Componentes:
David Coverdale – Voz
Micky Moody – Guitarra
Bernie Marsden – Guitarra
Neil Murray – Bajo
Ian Paice – Batería
Jon Lord – Teclados

Temas

1. Fool for Your Loving (4:18)
2. Sweet Talker (3:38)
3. Ready an' Willing (3:44)
4. Carry Your Load (4:07)
5. Blindman (5:10)
6. Ain't Gonna Cry No More (5:52)
7. Love Man (5:04)
8. Black and Blue (4:06)
9. She's a Woman (4:08)

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Es curioso, a veces dejamos que pasen los años y nos olvidamos de ciertos grupos, incluso dejándolos de escuchar durante mucho tiempo. Por esto amo estos especiales en los que recuperamos discos clásicos, pues te implica sumergirte y revivir sensaciones pasadas, vivencias, e indagar un poco más en el legado y en el “cómo se hizo” de discos y grupos. Cuando volví a escuchar el Ready an’ Willing me voló la cabeza otra vez. Qué cantidad ingente de canciones brillantes y menudo elenco de musicazos reunió Coverdale en la culminación de su primera etapa en solitario.

Salir de Deep Purple fue empezar de cero para un Coverdale que quería ser su propio jefe, pues ofertas jugosas no le faltaban (incluyendo el fichar por Black Sabbath). Tenía en mente un proyecto y no quería divos a las seis cuerdas por lo que optó por dos guitarras, no fuera que le apareciera un Ritchie Blackmore allí. Se pateó pequeños clubs y fue añadiendo piezas al grupo hasta conseguir un sexteto de aúpa. Los ex de Deep Purple estaban sin nada que hacer por lo que no les pareció nada mal entrar en la banda de ese chavalín que habían fichado para, en su día, sustituir a todo un Ian Gillan. Jon Lord e Ian Paice grabarían el que fuera el tercer disco de la serpiente blanca en 1980 junto a Micky Moody, Neil Murray y Bernie Marsden. Era un grupazo y empezaba la etapa de discos de oro con esta obra inmortal.

Ese mismo disco les llevaría a la edición anual del festival de Donington 1981 en un gran concierto, y a sabiendas de estar en un momento absolutamente brillante, decidieron posteriormente grabar un disco en directo que se convertiría en el inmortal Live… In the Heart of the City. David Coverdale viviría años de éxito para conquistar luego definitivamente las Américas en 1987. pero esa es otra historia. Por otro lado, tenía muy claro la imagen de súper-macho que quería cultivar y que ya empezó en el anterior disco Lovehunter. Esa portada (mítica) fue acusada, obviamente, de machista. El nombre del grupo es una evidente referencia a su miembro viril (serpiente blanca), y los juegos constantes en directo con el pie de micro y las letras en las que el macho irresistible “caza” (en el modo de conquista) a toda chica, son evidentes. Pero servidor ha encontrado el culmen de todo indagando en Internet. Hay un video en la red en que, cuando el show de Donington 1983 termina, congelan la imagen y explota la pirotecnia blanca superpuesta en la imagen. La hacen coincidir a la altura de su bragueta. Imaginativa y sutil referencia oculta para terminar un directo.

Hard rock americano e inglés

Don Coverdale es la persona ideal para que te cuente las diferencias ente el hard rock inglés y el americano. Su primera etapa es absolutamente inglesa echando raíces en el blues e incluso con algún destello del soul que tanto le gustaba a este chico de campo. El piano es un instrumento fundamental y protagonista y el groove es la clave, incluso, es importante, que el resto de músicos te ayuden en los coros. Por otro lado, puedes vestir como un dominguero en un día de playa en directo. De verdad, ¿quién asesoraba a Micky Moody en esos tiempos? Cuando Coverdale cruzó el charco “grabó” la misma versión del álbum Slide It in e invirtió en peluqueros y ropa. El resto es historia…

El disco

Esta obra es redonda de principio a fin y hay muchos de sus temas definitivos de esa era. Ya había apuntado a que iba a hacer algo muy grande en el anterior Lovehunter pero esta vez aumentaba el numero de hits, se definía el estilo y se mejoraba en ejecución. Un placer a la escucha desde ese tremendo inicio con “Fool for Your Loving” de inspiración Bad Company. David demostraba que era un súper-dotado como vocalista y también como compositor a pesar de que este tema es de Moody y Marsden que la compusieron para su admirado BB King. Pero viendo el potencial que tenía el tema… se la guardaron para la ocasión. “Sweet Talker” le sigue con toda su inspiración bluesy y ese estribillo formidable y pegadizo. Quedaría inmortalizada en su primer disco en directo. Ya ves que el estilo y el concepto del líder del grupo ha quedado definitivamente definido. Ha agitado la coctelera con un poco hard rock, mucho poso de blues, unas gotas de obligado soul y algo de boogie woogie. Hay aquí desde los Rolling Stones hasta los Status Quo. La fiesta no para y el tema que da nombre a la obra es especialmente pegadiza e inspirada. Aquí en los créditos aparecen todos excepto Marsden, un detalle que nos muestra que en esos tiempos la sensación de que aquello era una banda era absoluta. El arranque hard rockero conseguido aquí es de lo mejor que ha hecho Coverdale en toda su carrera: tres obras maestras, una tras otra

La producción de Martin Birch hace que todo el conjunto suene más hard rock pero manteniendo en alto la bandera del blues. “Carry Your Load” es un gran tema, pero viene tras un triunvirato de órdago y baja las pulsaciones. En otras palabras: corta el rollo, por mucho que sea una gran composición, suave, inspirada y bien apoyada por coros y por los teclados del gran Jon Lord. Uno de los caprichos de Coverdale fue el recuperar una composición de su primer disco una vez había dejado ya a Deep Purple: “Blindman”. Es otro de los grandes aciertos de la obra y es una pieza muy deudora de Blackmore y de ese maravilloso “Soldier of Fortune”. En esos tiempos el grupo un poco huía de su pasado Purple y en los directos se limitaban a un fragmento del citado tema y la ampulosa “Mistreated”. Sigo pensando que “Blindman” es una canción un poco infravalorada, pero, si hay que destacar un tema infravalorado de una forma absoluta ese es “Black and Blue”. Ese rock festivo de primer nivel concebida para el directo con ese inicio con aplausos de tugurio. Suena a los Faces y les marca el camino a los Quireboys y a los Dogs D’Amour. Lord al teclado disfruta de lo lindo y siempre se ha visto como una continuación natural de lo que fue “Rock ‘N’ Roll Women” en su anterior obra.

La segunda cara del disco se abría con otra composición brillante y rutilante: “Ain’t Gonna Cry No More Today”. Balada que muta en medio tiempo y que vive de acústicas y de un teclado que tiene más de Rick Wakeman que de Jon Lord. Ese inicio puramente folk deambula por los aires progresivos del interludio a teclado y es un giro maravilloso para un disco. “Love Man” termina siendo un estándar más de blues adaptado al musculado rock duro de los Whitesnake del momento. Citaban incluso eso de “Hoochie Coochie Man”. Una letra repleta de dobles sentidos en la caza de la mujer por parte de la serpiente blanca. “She’s a Woman” es un gran final en el que el grupo juega a ser Led Zeppelin con excelentes dotes para ello. Y es como si le metieras el teclado de Purple al sonido Zep y… no queda nada mal. Coverdale se acerca a los registros de Plant con mucha clase y nivel.

Conclusión

Ready an’ Willing entró en el top 10 de las listas británicas, en el número seis y también asomó la cabeza al otro lado del Atlántico. La principal diferencia entre este disco y el anterior Lovehunter es que Ian Paice entra en escena y la percusión y la batería insuflan al grupo una vitalidad asombrosa. La formación es estelar y aguantará tres años completos siendo el line-up clásico de Whitesnake. Luego desembocaría en la conquista de América y en asalariados contrastados pasando una y otra vez. A pesar de que en Inglaterra la serpiente blanca conseguía hacerse el nombre y entrar en los principales festivales de las islas los de Estados Unidos era otra historia… Allí la realidad era otra y en esos días tuvieron que girar de teloneros de Jethro Tull con un set de 40 minutitos. Eso provocó en Coverdale trabajar a un ritmo vertiginoso sacando directo y disco de estudio a una velocidad exagerada. Las prisas siempre son malas… pero no le fue mal del todo a Whitesnake. Hablaremos del próximo capítulo cuando toque. Así que de momento os emplazo a escuchar esta maravilla.

Jordi Tàrrega
Sobre Jordi Tàrrega 1372 Artículos
Coleccionista de discos, películas y libros. Abierto de mente hacia la música y todas sus formas, pero con especial predilección por todas las ramas del rock. Disfruto también con el mero hecho de escribir.