¿Qué nos toca hoy? Pues ni más ni menos que reseñaremos el último disco de Wilderun, los “mal apodados” Opeth estadounidenses. A ver, que hasta yo los he comparado eh, pero si te escuchas un disco suyo en serio, verás que no es lo mismo, al menos antes… Parecidos, pero diferentes. Y ahora que lo pienso… !!pero si este disco salió a finales del año pasado!! ¿Cómo es que hablamos de él ahora? Pues nada, como han fichado hace poco por Century Media Records, aprovechan para sacar otra vez este pedazo de disco, en esta ocasión en formato físico en LP (con el significado exacto de este palabro) y con alguna bonus track. Básicamente es el mismo disco, pero ahora como están con una discográfica grande, pues les harán más caso (esto es así) y se tiene que amortizar, vamos.
Entonces desde Science of Noise hemos pensado que ya que en su momento no hicimos ningún artículo al respecto sobre este “fantabuloso” Veil of Imagination (2019), (ya sabéis que nos es imposible explicaros absolutamente todas las novedades), era el momento de sacar tajada y decir cuatro palabras sobre este disco.
Para quien no conozca a Wilderun, es un grupo de Estados Unidos, exactamente de Boston, surgidos en 2008. Su primer álbum me encantó, Olden Tales & Deathly Trails (2012), una suerte de folk, symphonic y progressive metal, todo aderezado con toques power, epic (sobre todo en los coros) y death. Una mezcla muy bien agitada, fresca (que no novedosa) y de aire bucólico clásico. Con su segundo disco siguieron en esta línea, pero rozando ya la perfección y poniendo toda la carne en el asador. Trabajos para escuchar de principio a fin y tranquilamente, con una buena cerveza, y como más cuerpo, mejor, así es su música. No entra a la primera, es con muchos matices y que va ganando a medida que pasa el disco y al final te deja completamente lleno y satisfecho, como una buena imperial stout.
El disco empieza con “The Unimaginable Zero Summer”, un inicio acústico, con un poco de sinfonía, en este caso de cuerdas y una voz dulce y tranquila… Pero no dura mucho esta paz, ipso facto nos encontramos con una dureza, ahora sí, de los Opeth de la primera década de los 2.000. Es como si de golpe y porrazo, ya te indican que “dejan” atrás sus inicios, o que dejan bastante atrás su estilo musical, para presentarse con más death, más guturales y progresivo con esos cambios intrínsecos típicos de los suecos (aunque por momentos podemos encontrar a Devin Townsend). Por el contrario, nos encontramos con mucho menos folk y lo que sería el symphonic orquestal, permanece, pero sin tanta épica si no con más garra y unos coros más duros y oscuros. Y todo esto en un cuarto de hora. Sublime.
Evidentemente hay mucho más y es casi imposible describir y descifrar todas y cada una de las canciones como debería. Hay tanto por escuchar, tantos detalles en este álbum conceptual… Continuamos con “0 Resolution”, con coros fantásticos, partes muy oscuras, enfatizadas con guturales y unas fantásticas guitarras en forma de melodía y su punto épico. “Sleeping Ambassadors of the Sun” es banda sonora de película, lleno de misticismo y épica, sin olvidarnos de flautas y coros fantásticos.
Seguimos con “Scentless Core (Budding) otro tema en plan B.S.O. y sirve como interludio para el tema que viene a continuación “Far From Where Dreams Unfurl”, una burrada de canción, recordando a su primer trabajo, con un lado mucho más power prog y sinfónico, no puedo olvidarme de los coros que meten, me encantan. Continuamos con “Scentless Core (Fading) otra pieza “teatral” para pasar a “The Tyranny of Imagination”. En este tema tenemos progresivo a mansalva, recordando muy mucho a los Opeth de prog death, y con un amplio registro de instrumentos, donde todos tienen su función.
Y acabamos con “When the Fire and the Rose Were One”, otro tema extra largo donde le dan un toque más virtuoso y aparece de todo, incluido piano, magnífico piano. Para quién se perdió este Veil of Imagination, ahora no tiene excusa para ponerse y deleitarse a escuchar este grupo que aúna lo mejor de cada casa. Te pueden recordar a Opeth, pero sus toques folk y power, le dan otro aire. Sus sinfonías a lo banda sonora de película, con partes teatrales de por medio, y esa épica, hace de él un GRUPO en mayúsculas. Podríamos decir que están a medio camino de los que han llenado el hueco de la esencia de los de Mikael Åkerfeldt, de hace 15 años y en parte, otra manera de interpretar e reinterpretar el folk. Sea como fuere, grupazo que ya tienen un excelente presente y que si continúan sacando estos discos llenos de tanta magia, llegarán aún más lejos. Pero dejémonos de cosas futuras y deleitémonos con la re-edición de Veil of Imagination.
Soy de esa generación que la “post-pubertad” lo pilló entre el metal primigenio (lo que llamamos ahora old school) y la nueva ola que fue el Nu metal, es decir, pasado mediados de los 90. Me encantan muchos estilos pero sobretodo el rock clásico y evidentemente el metal, este último es una forma de vida y encima me gusta desgranar y reconocer la riqueza de todos sus subgéneros. Uno ya tiene su edad (los mechones blancos en la barba no están por que sí) pero no me cierro para nada a grupos nuevos, eso sí, mientras haya fuerza y calidad, aunque hoy en día hay mucha. Como nacido justo entrados los ochenta también se incluye que soy un friki de cuidado (rol, videojuegos, Star Wars, pelis Gore, literatura fantástica y un largo etc.) vaya que toco de todo un poco. En resumen, espero contagiaros mi pasión metalhead a la vez que disfrutáis de mis aberrantes destripes.