Wolf Alice – Blue Weekend

Wolf Alice eran hasta hace poco la gran promesa del indie rock – rock alternativo británico. Ahora están de vuelta con su esperado tercer disco. El disco que les ha de catapultar a la liga de los mayores. O al menos esto es lo que todos los fans esperamos de Blue Weekend.

Si tiramos de hemeroteca, obligada hoy aquí pues entiendo que muchos de vosotros no conocéis a la banda, Wolf Alice debutó en 2015 con My Love Is Cool, un disco muy rockero y colorido lleno de canciones himno. La base instrumental ruda formada por Joff Oddie, Theo Ellis y Joel Amey quedaba algo deslucida por el carácter y carisma de su cara visible, Ellie Rowsell quien actúa tanto de vocalista como en la guitarra.

Dos años más tarde consagraban su propuesta con el casi perfecto Visions of a Life. El potencial de su segundo disco unido a los directos siempre increíbles y calurosos de los londinenses les llevó a recintos medianos y a los mayores festivales del viejo continente. Wolf Alice pasaban de promesa a realidad con tan solo dos discos.

El tercero tenía que ser la consagración. Y para ello, la banda de Ellie Rowsell se ha tomado con calma el proceso de creación de Blue Weekend, cuatro años en los que no han dejado de crecer y madurar. Y esto es lo más plausible de este tercer disco, la madurez.

Es evidente que los londinenses han sabido aprovechar el carisma y la genial voz de una Ellie que demuestra aquí que puede llegar muy alto. En todo momento, su interpretación es el hilo conductor de Blue Weekend. Pero, es que además, musicalmente el disco es muy poderoso. El gancho indie rocker ha decaído a favor de unas composiciones mucho más elaboradas. Las atmósferas supuran melancolía y tristeza pero también luminosidad. El disco huele a introspectivo, incluso a autobiográfico.

Los arreglos son hermosos y se sitúan fielmente detrás de la excelsa voz de Ellie. La suavidad contrasta excelentemente con la dureza de los dos discos anteriores para hacernos ver que incluso si abrazan al dream pop, Wolf Alice son igual de poderosos. El crecimiento de la banda, en todos sus aspectos es increíble.

Cuando aparecieron los primeros adelantos no acababa de comprender la nueva lentitud. ¿Estarán presentando las baladas?¿Han perdido intensidad? Eran las preguntas que me rondaban durante estas últimas semanas. Pero cuando al fin pude catar el disco entero me di cuenta de que lo que pasa aquí es que la banda ha mutado. Para bien o para mal será opinión de cada uno. Personalmente me encanta la evolución siempre y cuando sea a favor de la calidad. Y vaya si lo han clavado, pues a falta de ganchos indies, Blue Weekend esta lleno de canciones soberbias.

Y bueno, hay ganchos, “Lipstick on the Glass” conserva parte de la energía primigenia. “Smile” rockea en un plano más soft pero con un gran potencial. “Play the Greatest Hits” es sencillamente genial con esa mezcla de indie – punky – riot grrrl. “How Can I Make It OK?” es una canción preciosa que bien podría estar en cualquiera de sus dos álbumes previos. O para acabar de citar canciones, con “The Last Man on Earth” también nos regalan una pieza tan obligada como diferente.

Para finalizar, me quito el sombrero y aplaudo fuertemente a Wolf Alice por su valentía y maestría. Valentía para no tener miedo a la evolución y a los cambios. Maestría para hacer tan y tan bien este Blue Weekend en todos los aspectos. Un disco que les hará grandes ya definitivamente.

Beto Lagarda

Rock en todas sus extensiones